¿Quién me habla?

Quiero hablarte del tema que nos ha llevado a un viaje de autodescubrimiento: ¿Quién me habla? para este blog haré muchas preguntas para que podamos iniciar esta introspección.

La primera pregunta: ¿Has sentido alguna vez que tu cuerpo te está enviando señales? Y no hablo del tercer ojo, de antojos, hablo de los cambios que pasan en tu cuerpo, de cómo se siente.

Vamos al comienzo del día, recuerda el momento en el que te despertaste. ¿Cómo empiezas tu día?

La mayoría de nosotros, incluyéndome, solía comenzar el día como si estuviera en piloto automático. Últimamente he estado haciendo un esfuerzo consciente para cambiar eso. Antes de levantarme de la cama e ir a darle los buenos días a mi bebé, dedico un momento a conectar con mi cuerpo. Puede ser tan simple como estirarme, mover los dedos de mis pies, y tomarme 5 min para meditar y agradecer, ¡por todo! Este pequeño ritual me ayuda a mantener una conexión conmigo misma…

Poco a poco conforme va avanzando mi día, trato de no dejarme llevar por la velocidad de mi entorno, trato de tomar al menos 3 pausas en el día para reconectar con mi respiración. Es ahí donde empiezo a notar las señales que me envía. Pueden ser sutiles, cómo la inflamación del estómago o un ligero cansancio en los ojos. A veces, son más obvias, como un dolor de cabeza o una sensación de hambre. Lo importante es que estoy aprendiendo a escuchar, a reconocer lo que mi cuerpo me está diciendo.

Una parte emocionante de este viaje ha sido reconocer cómo la comida que elijo influye en mi bienestar y en como se desenvuelve todo mi día. ¿Alguna vez has sentido un antojo por alimentos altos en fibra o has preferido alimentos menos ácidos? Estas preferencias no son simples antojos. ¡Son señales de tu microbiota en acción!

“Tal vez estamos más acostumbradas a escuchar el antojo del azúcar, pero ese es otro tema”

En el otro blog hablamos de quién vive dentro de ti, un mundo asombroso de microorganismos, tu microbiota, está trabajando incansablemente para descomponer los alimentos que consumes y transformarlos en energía y nutrientes. Estos pequeños seres son como los directores de obras, y es esencial que escuchemos lo que tienen que decir.

Así que, ¿quién me habla? En mi experiencia, somos nosotros quienes dirigimos a estos billones de microseres, y es nuestra responsabilidad escuchar sus señales. Cuando lo hacemos, nos convertimos en colaboradores activos de nuestro bienestar.

Este viaje de conexión con mi cuerpo me ha llevado a hacer elecciones más conscientes y saludables en mi vida diaria. Aprender a sintonizar mi cuerpo, a honrar sus necesidades y a disfrutar del proceso. ¡Y créanme, es un viaje que vale mucho la pena!

Entonces, la próxima vez que sientas que tu cuerpo te está hablando, ¡reconócelo! Aprovecha la oportunidad de conectar contigo misma, de procurarte y de cuidar de tu microbiota.