No es para mi
Este tema ha sido un verdadero viaje para mí: desaprender que "no todo es para mí". ¿Cómo? Si, no todo lo que le funciona a mi cuerpo, le va a funcionar al tuyo.
En mi camino hacia una vida más balanceada, aprendí que no podemos adoptar ciegamente lo que funciona para otras personas. Cada uno de nosotros es único, y lo que necesitamos para nuestro bienestar también lo es.
Es común pensar que existe una fórmula mágica para la salud y el bienestar.
Si una amiga seguía una metodología de alimentación que a ella le funcionaba, yo también lo hacía, muchas veces por “codo” en vez de pagar una rutina personalizada de ejercicios copiaba la de mis compañeras del gimnasio , o probaba el último suplemento de moda, que me haría obtener los mismos resultados.
Con el tiempo me di cuenta de que esas acciones solo me frustran y cansan más. Pues realmente no es algo que a mi cuerpo y alma le gusta o funciona.
Cada uno de nosotros tiene un metabolismo diferente, una rutina de vida única y necesidades específicas. No podemos esperar que un enfoque único funcione para todos. Lo que realmente importa es aprender a escucharnos, pero desde adentro.
¿Cómo soy ¿Qué me gusta? ¿Qué es lo que quiero lograr?
Aquí hay algunas lecciones que he aprendido en mi viaje hacia la salud integral:
1. Un Hábito a la vez: Empieza por una cosa solamente, para agregar hábitos nuevos a tu rutina, encadenalos a otros que ya dominas. Por ejemplo: Supongamos que quieres empezar por recordar tomarte tus probióticos diario, puedes ponerlos en el baño a un lado de tu cepillo de dientes, de esta forma cada vez que te laves los dientes sabrás que al terminar de hacerlo, es hora de tomar Baiiom. Cuando menos te lo esperes llevarás más de 33 días haciéndolo y es ahí donde te recomiendo agregar algo nuevo.
2. Escucha a tu Cuerpo: Aprende a prestar atención a las señales que mi cuerpo me envía. Si siento hambre, como; si siento sed, bebo agua. En lugar de seguir reglas rígidas, me guío por lo que mi cuerpo me dice que necesita.
3. Muévete haciendo algo que disfrutes: El movimiento es esencial, pero no todos disfrutamos del mismo tipo de movimiento. Encuentra actividades que realmente te generan endorfinas, si la naturaleza es lo tuyo, investiga si en tu ciudad existe algún grupo de senderismo e intentalo. Busca esas actividades que realmente se alinean a tu forma de ser.
4. Consume productos que den más vida a tu cuerpo: Los probióticos para mi han sido una parte fundamental en el camino hacia la salud integral. Gracias a ellos he incorporado aún más alimentos que promueven la vida microbiota, como fibra, agua y fermentos. Esto no es solo por moda, sino porque soy consciente de la importancia de mantener en equilibrio al microbioma que habita en mi cuerpo.
5. Evita Extremismos: No se trata de privarte, ni de seguir una dieta de moda. Más bien sobre la intuición, la variedad y la elección de alimentos que nutren tu cuerpo.
Entonces, si te sientes abrumado por todas las tendencias, consejos de salud y bienestar, recuerda que no todo está hecho para ti, y está bien. Cambia de enfoque, escúchate, sé responsable con tus elecciones y encuentra lo que realmente funciona para tu alma.